“Viajando con Arawak desde el sofá”: Huesca.- Tercer y Cuarto día.

Hoy editamos los dos últimos días de nuestro viaje juntos y empezaremos por recorrer una parte del Valle de Benasque. Situado en la comarca de la Ribagorza, en el tramo superior de la cuenca del río Ésera, a unos 70 km de Aínsa, es el corazón del Pirineo albergando el mayor número de cimas de 3.000 metros de altura de Pirineos. Nos dirigimos hacia el Parque natural Posets-Maladeta, uno de los Espacios Naturales Protegidos de Aragón certificado con la Q de Calidad Turística. Vamos hacia Los Llanos del Hospital, perteneciente al término municipal de Benasque y al pie de la línea de crestas que forma la frontera con Francia, entre las que se cuenta por supuesto al Aneto, con sus 3.404 m de altura. Comenzaremos nuestro paseo junto a los edificios del Hospital, creado en la Edad Media por los caballeros de la Orden de San Juan para auxiliar a los caminantes que cruzaban los Pirineos por los pasos de montaña del valle. Actualmente es un hotel que acoge a otra clase de caminantes ;). Daremos un paseo para poder disfrutar de algunos saltos de agua y de preciosas vistas, así como los restos del antiguo hospital medieval.

La siguiente parada será Cerler, considerado el pueblo más alto del Pirineo aragonés por estar a 1.540 metros de altitud. Subiremos hasta el parking de la estación de esquí para poder disfrutar de las maravillosas vistas del parque, y de bajada pararemos para hacer un pequeño recorrido por este pueblecito montañero que conserva muy bien parte de sus casas antiguas así como la Iglesia de San Lorenzo, de estilo lombardo y del siglo XVII.

Terminamos nuestro recorrido por esta zona donde se practica el esquí en Benasque, donde tras comer una Salseta de Bacalao, típico de la zona, o un jabalí con chocolate o una olla benasquesa o recau, y de postre una trenza de Benasque, los típicos sequillos o el  dulce de merengue con avellana bautizado (llamado Aneto), daremos un paseo por su núcleo urbano donde podemos encontrar numerosos edificios de piedra y pizarra, plazas y rincones que conservan un encantador ambiente de montaña, y visitaremos la iglesia Santa María la Mayor, de origen románico del siglo XIII con modificaciones en el XVII, el Palacio de los Condes de Ribagorza, de estilo renacentista, o la Casa Juste con su impresionante torreón y el puente medieval sobre el río Ésera

Hoy finalizaremos el día dirigiéndonos a El Run, un pequeñísimo pueblecito donde cogeremos un caminillo para, a pocos metros de la carretera, encontrarnos con la Ermita de Nuestra Señora de Gracia, construida en el siglo XII y un ejemplo del románico lombardo. Es una construcción de nave única con cabecera semicircular orientada al este y una torre sobre la bóveda. Su ábside está construido en piedra sillar sin desbastar y la torre está construida de piedra toba. Está algo abandonada, pero es una preciosidad. Regresamos a Aínsa para dar un último paseo nocturno por la villa y disfrutar del ambiente medieval tras una copiosa cena (la necesitaremos para subir las escaleras o la cuesta a la zona antigua) y cerrar la maleta para salir al día siguiente.

Al día siguiente, no podemos irnos de Aínsa sin disfrutar de otro precioso rincón saliendo en coches 4×4 para recorrer una parte escondida de este impresionante parque: el Cañón de Anisclo, una profunda garganta esculpida durante siglos por la acción erosiva del río Bellós. Pasaremos por una estrecha carretera cruzando el Desfiladero de las Cambras, un espectacular paisaje que nos va acercando poco a nuestro al inicio de nuestra pequeña ruta de hoy. Mientras, durante el camino, nuestros conductores nos van contando la crecida que tuvo el río en 1977 superando los 2 metros por encima de la carretera.

Llegamos al parking de San Urbez y nos metemos por un camino forestal que lleva directamente hasta el Puente de San Urbez. Actualmente hay dos puentes sobre el Río Bellós, uno medieval recientemente restaurado y otro más nuevo de hormigón que, aunque es mucho más feo, es necesario para desde allí, poder hacerle la foto al maravilloso puente de piedra que tiene al lado.

Seguimos el camino y nos paramos junto a la Ermita rupestre de San Urbez. Cuenta la leyenda que está escrita delante de la misma que San Urbez nacido en Burdeos a principios del s. VIII, se dedicó al oficio de pastor en algunos pueblos del valle de Vió, para estar en contacto con la naturaleza y poder meditar, refugiándose en este abrigo natural, conocido como Cueva de Sestral, cuando salía con el ganado.

Desde aquí, siguiendo de frente, nos adentramos en el propio Cañón de San Urbez donde, cogiendo el sendero de la derecha, realizamos la Ruta del Agua, un precioso recorrido que nos llevará de nuevo al parking cruzando el río por una plataforma metálica que nos adentra en un bosque lleno de bojs, abetos, sauces, avellanos, robles y hayas. Una vez en el autocar, nos dirigimos a los miradores sobre el Cañón, donde tendremos unas vistas preciosas.

Seguimos nuestro camino para hacer otra parada en el pequeño pueblecito de Buerba, una aldea también con vistas maravillosas por su posición privilegiada en lo alto de una cima, con sus casas de piedra y pizarra, los fresnos centenarios de la plaza, la fuente de la aguadora  y la iglesia. Allí, si tenemos suerte, nos encontraremos con los lugareños que nos sacarán su muestrario de producción de cucharas y otros utensilios de cocina tallados manualmente en madera de boj. Una tradición que aún se mantiene, no son perfectas pero sí duraderas y muy curiosas.

¡Un buen paseo por el Parque Nacional de Ordesa no deja indiferente a nadie! Ya de regreso de nuevo a Ainsa, reponemos fuerzas para el regreso a casa.

Esperamos veros la próxima semana con más y mejor. ¡¡Buen fin de semana a todos e id preparando vuestras maletas para el siguiente viaje que comenzamos el lunes!!