“Viajando con Arawak desde el sofá”: Granada y Córdoba- Cuarto y quinto día
Hoy salimos de Granada con dirección a Córdoba. Imaginemos que llegamos pronto, como si hubiéramos cogido el AVE saliendo de Madrid, que es como normalmente hacemos este recorrido, y vamos a comenzar nuestra visita conociendo la popular y colorida “Fiesta de los Patios cordobesa”, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde diciembre de 2012.
El autocar nos deja en la zona de parking de autocares de la Avenida del Alcázar. A la derecha, podemos ver el antiguo Molino de la Albolafia, un molino hidráulico, el más antiguo de la ciudad, de época romana y reconstruido por Abderramán II, en la orilla derecha del Guadalquivir. A nuestra izquierda tenemos los muros del impresionante Alcázar de los Reyes Cristianos, edificio de carácter militar ordenado construir por el rey Alfonso XI de Castilla en el año 1328m que sirvió de alojamiento a los Reyes Católicos durante 8 años y que tiene unos jardines preciosos de inspiración mudéjar. ¡En primavera son una verdadera delicia! Y un poco más adelante nos encontramos a la derecha el Puente Romano, del siglo I, de 331 metros y 16 arcos, que ha sufrido muchas reconstrucciones, e peatonal y cruza el río hacia la zona sur de Córdoba y hacia la Torre de la Calahorra, de la que hablaremos más adelante. A nuestra derecha, la Puerta del Puente, que nos da acceso al casco histórico. Dejamos la Mezquita a nuestra izquierda, que visitaremos esta tarde y nos vamos hacia la derecha, entrando en la parte del barrio judío para conocer los patios de la zona.
Andando hacia el Alcázar de nuevo, cogemos la Calle Doctor Fleming para seguir a la derecha por la zona donde se encuentran las antiguas murallas del Castillo de la Judería, Calle Martín de Roa, y bajando la pasarela nos metemos de lleno en el enjambre que son los Patios. Lo primero que nos encontramos es el Monumento a los patios, un niño subido en una escalera ayudando a su abuelo a colocar las macetas (representando pasado y futuro de los patios), obra de José Manuel Belmonte.
¿Y en qué consiste la fiesta? Es un concurso donde patios particualres participan en diferentes categorías: arquitectura moderna o antigua, abriendo sus puertas durante dos semanas para el acceso de cualquiera que quiera visitarlos. Los dueños de los patios reciben una pequeña subvención para ayudar en la restauración (cambio de macetas, flores….) y se ofrecen unos premios monetarios a los ocho primeros de cada categoría por un importe entre 1.000 y 3.000 euros.
Es una experiencia única, poder entrar en esta jungla de flores que normalmente están cerradas al público y poder disfrutar de su hermosura… En muchos de ellos nos encontramos música, a veces incluso en directo, y por la noche, en algunos, se dan conciertos (privados o públicos), ¡es im-presionante! Como este año están cerrados (quizás se abran en octubre), aquí os dejamos un link de una iniciativa que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Córdoba donde podréis hacer una visita virtual a través de youtube enhttps://bit.ly/2xBr0Rf
Después de tanto colorido, nos vamos a llenar el estómago. Hoy un salmorejo, unas berenjenas con miel, unos flamenquines o un sabroso rabo de toro. Y de postre, no podía faltar el pastel cordobés con su cabello de ángel. ¿os apetece?
Tras la comida, salimos desde el maravilloso patio de los naranjos para comenzar la visita guiada de la ciudad. La primera parada, La Mezquita de Córdoba. Describir esta maravilla es complicado, lo mejor es ir a verla y disfrutarla por completo, y si llevas a alguien que te la explique y te cuente todos sus secretos, mucho mejor… La antigua Mezquita de Córdoba fue reconvertida al cristianismo en el siglo XIII, convirtiéndose en la actual Catedral de Santa María. Fue construida en cuatro fases, entre los años 786 y 988, en un terreno perteneciente a la basílica visigoda de San Vicente comprado por Abderramán I. Posteriormente sufrió varias ampliaciones, y fue convertida en catedral en 1236 tras la conquista cristiana. En 1523 se realizó una polémica modificación cuando la parte central se transformó en iglesia renacentista (de lo que se lamentó Carlos V cuando fue a verla). Es una de las mezquitas más grandes del mundo y una de las más hermosas, con 856 columnas de mármol, jaspe y granito, sobre las que se apoyan 365 arcos de herradura bicolores… !Una maravilla!
Ahora vamos a recorrer de nuevo la judería, pero esta vez conociendo sus calles, el zoco artesanal (también con un patio cordobés dentro) donde podremos ver el trabajo de filigrana que sigue realizándose en Córdoba, las murallas, o algunas de las muchas estatuas que podemos encontrar en nuestro recorrido, como la de Maimónides (judío filósofo, médico, rabino e intérprete de la ley hebrea), el busto de Al-Gafequi (oculista andalusí del siglo XII experto en la operación de cataratas, en las enfermedades oculares y el iris) y a la salida del barrio judío el monumento a Averroes (filósofo y médico andalusí de origen bereber, maestro de filosofía y leyes islámicas, matemáticas, astronomía y medicina). Sin olvidarnos por supuesto de la Sinagoga, construida en el año 1315 en estilo mudéjar, Bien de Interés Cultural. Y el callejón de las flores, una pequeña calle escondida muy cerca de la Mezquita, un pequeño tesoro que no nos podemos perder. Un paseo precioso que nunca cansa.
Y ahora, noche libre, descanso o ¡disfrute de la noche cordobesa!
Para el último día, hemos guardado una visita imprescindible: la magestuosa Medinat al-Zahara, “la ciudad brillante”, la misteriosa ciudad que el primer califa de Córdoba, Abd.al.Rahman III, mandó construir a los pies de Sierra Morena y que constituye, junto con la Alhambra de Granada, la cumbre de la arquitectura hispanomusulmana. Fue una ciudad palatina, declarada Bien de interés cultural y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Distribuida en tres terrazas, el recinto de la ciudad adopta un trazado rectangular: la primera terraza corresponde a la zona residencial del califa, la segunda por la zona oficial (Casa del Ejército, cuerpo de guardia, Salón Rico, dependencias administrativas, jardines…) y la tercera compone la ciudad propiamente dicha (viviendas, artesanos…) y la Mezquita Aljama, separadas de las dos terrazas anteriores por una muralla. Este maravilloso lugar sufrió grandes destrozos a través de las sucesivas guerras que asolaron Al-Andalus a principios del siglo XI, transformando Medina Azahara a ruinas.
Ahora regresamos a Córdoba para volver a disfrutar de sus patios, que son muchos y muy bonitos, y ver las Caballerizas Reales, impresionantes y con una colección de carruajes preciosa. Cruzamos el puente para ver la Torre de la Calahorra, de origen árabe, donde podemos disfrutar de un museo audiovisual llamado Museo Vivo de al-Ándalus que presenta una panorámica cultural del apogeo medieval de Córdoba entre los siglos IX y XIII, con una preciosa maqueta de la mezquita original….
¡Nos vamos a comer! ¿Habéis probado la tortilla del Bar Santos? Es gigantesca y la más famosa de la ciudad . Por la tarde nos vamos a dar un paseo por otro lado de la ciudad, acercándonos a la parte izquierda de la Mezquita, a la Plaza del Potro, con una fuente en el medio y una antigua posada (la Posada del Potro) que se puede visitar. También el Museo de Julio Romero de Torres, con una colleción de pinturas impresionante y el Museo Arqueológico, con algunas piezas muy interesantes.
Seguimos camino hacia la Plaza de la Corredera, uno de los centros neurálgicos de Córdoba, similar a una plaza castellana y donde se reúnen muchos cordobeses para disfrutar de una de sus numerosas terrazas para tapear. Seguimos hacia el Ayuntamiento, donde nos vamos a encontrar con una sorpresa… el Templo Romano, descubierto en los años 50 durante la ampliación del ayuntamiento para hacer un parking. Por aquí seguimos hacia el Barrio de la Marina, donde nos vamos a encontrar además de otros patios magníficos, el Palacio de Viana (museo declarado Bien de Interés Cultural), otro monumento a los patios (la regadora) y la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas (una de las llamadas iglesias fernandinas, aquellas mandadas edificar por el rey Fernando III de Castilla, el Santo, tras la conquista de la ciudad a los hispanomusulmanes en el siglo XIII). Al lado, nos encontramos con el Monumento a Manolete y la Plaza de los Capuchinos, con la iglesia conventual de los capuchinos y el Cristo de los Faroles (Cristo de los Desagravios y Misericordia). Y un poco más arriba, podemos observar la Torre de la Malmuerta, torre vigia y arco del siglo XV, y los preciosos Jardines de la Merced. Sobrecoge tanta maravilla, ¿verdad?
¡Ahora nos vamos a descansar y os deseamos un muy Feliz fin de semana!