“Viajando con Arawak desde el sofá”: Granada y Córdoba- Tercer día
Hoy vamos a descubrir tres monumentos granadinos que no se suelen visitar pero que no dejan de ser impresionantes… Vamos a comenzar por el espectacular Monasterio de la Cartuja, o Real Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción de la Cartuja, Bien de Interés Cultural y una de las cumbres de la arquitectura barroca española.
Si me acompañais, vamos hacia las afueras de Granada, hacia la zona universitaria, donde llegaremos a los muros del Monasterio. Tras dejar el autocar y entrar por la puerta de acceso, nos encontramos con un gran patio y una fachada sobria con escaleras que dan acceso a la puerta principal, aunque las visitas turísticas entremos por una puerta a la derecha.
Accedemos al patio con visita guiada o audioguías, y desde allí empezamos a disfrutar de esta maravilla. Fundado por el Gran Capitán, don Gonzalo Fernández de Córdoba, la iglesia es el elemento más importante, típicamente barroca, alberga unas preciosas yeserías en su techo y en la sacristía, una joya como hay pocas, un impresionante tabernáculo y una cúpula magnífica. En el refectorio nos encontramos una colección de lienzos que forman un museo en sí mismo. Por si queremos llevarnos algún pequeño recuerdo, tenemos una tiendecita a la salida con todo tipo de recuerdos del monasterio y de Granada.
Regresamos al autocar para dirigirnos a la parte opuesta de la ciudad para visitar la Abadía de Sacromonte, en el monte Valparaíso, que empezó a construirse en el siglo XVII cuando se descubrieron en la zona las reliquias de San Cecilio, discípulo de Santiago Apóstol y las denominadas Santas Cuevas. En el edificio principal se fundó uno de los primeros colegios privados de Europa, donde se estudiaba derecho, teología y filosofía. Esta universidad pasó a ser solo colegio de secundaria a principios del siglo XX hasta 1975, cuando cerró. Hoy en día la abadía funciona como residencia de sacerdotes y es la parroquia del barrio, que celebra misa los domingos.
Comenzamos con un recorrido por las cuevas, donde encontramos diferentes nichos que, aunque ahora se diferencian por diferentes imágenes, en su momento contuvieron los restos de San Cecilio y otros mártires, muertos durante las persecuciones de Nerón. También aquí se encontraron los “libros plúmbeos”, llamados así porque estaban escritos en planchas de plomo en un árabe extraño.
El precioso Claustro es la zona más importante; con sus columnas toscanas, una sencilla fuente en el centro, sus arcos de medio punto y las muchas estrellas de Salomón que veremos por toda la Abadía. Desde el segundo piso, donde se encontaban las celdas de los monjes, las vistas del claustro son impresionantes.
La Iglesia Colegiata está consagrada a la Virgen de la Asunción y en el retablo se encuentra el Cristo del Consuelo o Cristo de los Gitanos, quizá el paso más popular y conocido de la Semana Santa granadina, junto a la figura de María Santísima del Sacromonte. En las salas del claustro encontramos una colección de arte permanente donde se pueden contemplar las copias facsímil de los libros plúmbeos, el original en árabe del Tratado de Medicina de Averroes, un mapa de Ptolomeo, un ejemplar del Cántico Espiritual anotado a mano por el propio San Juan de la Cruz y obras pictóricas entre las que se encuentra un Goya…
A la salida nos encontramos algo que, con las ganas de entrar, pasó desapercibido, ¡un mirador perfecto a La Alhambra!
Bajamos al centro a comer, esta vez, ¿qué tal una olla de San Antón o unas patatas a lo pobre acompañados de un vino de la tierra y de postre un Hojaldre de San Jerónimo? 🙂
Con el estómago lleno, y para hacer una buena digestión, vamos caminando por el centro de Granada para acercarnos a nuestro último monumento del día: el Monasterio de los Jerónimos, Bien de Interés Cultural, fue el primer monasterio que se construyó en Granada tras la conquista de la ciudad y aquí se encuentra enterrado, junto a su esposa, el Gran Capitán. Las obras, dirigidas en su mayoría por Diego de Siloé, terminaron en 1547.
Accedemos por un pequeño patio, hacia una pequeña sala donde podemos encontrar algunos dulces y artesanía confeecionados por las monjas de clausura que viven aquí, y a continuación llegamos a un primer claustro con jardín decorado con naranjos y con siete portadas que conducen a las diferentes capillas.
En una de las esquinas del monasterio se encuentra la Iglesia de San Jerónimo, la zona más espectacular de la visita, construida en el siglo XVI y una de las iglesias más impresionantes de Granada. Destaca el retablo minerista de la capilla mayor donde encontramos el sepulcro del Gran Capitán junto a su mujer.
Terminamos la jornada con algo de tiempo para ¿una noche de baño árabe?, ¿una vista a un tablao en Sacromonte?, ¿otra ronda de Alhambra?, ¿un té? Apetece todo, ¿verdad?
Mañana, nos iremos a conocer Córdoba, donde en estas fechas nos deberíamos encontrar con otra fiesta especial: Los Patios de Córdoba. ¡Hasta mañana!