SULTANATO DE OMÁN, LA PERLA DE ARABIA

Pocos países sorprenden tanto como el Sultanato de Omán. Sin duda, la joya escondida del Golfo Pérsico que pese a compartir frontera con los Emiratos Árabes Unidos, y en muchas ocasiones confundido como otro Emirato, ha sabido preservar sus tradiciones y cultura. Un país cercano, seguro, abierto culturalmente pero todavía muy tradicional, que mantiene su autenticidad a pesar del desarrollo y gran hospitalidad. Un país con una rica historia y una cultura fascinante, que se remonta a más de 5000 años y que junto a sus paisajes, hace que visitarlo se convierta en una experiencia de las Mil y Una Noches.

Vista de Muscat de noche.

AUTÉNTICOS MERCADOS Y ZOCOS LOCALES

Fuera de ser una atracción turística, visitar los mercados y zocos locales de Omán es parte imprescindible del viaje, ¡hay que mezclarse entre los locales y vivir una experiencia autentica! Uno puede perderse en los laberintos del Zoco de Muttrah en Muscat, para el que tal vez sus 200 años de antigüedad han incrementado su belleza, magia y atractivo; visitar el jueves el mercado de Sinaw, que debido a su proximidad a las comunidades beduinas se dirigen allí para comprar alimentos básicos y vender su ganado y artesanías. Los viernes por la mañana en Nizwa los locales asisten al mercado de ganado y por la tarde se puede visitar el Zoco de Nizwa, que durante cientos de años ha sido como un hogar para numerosas industrias locales.

Locales en el mercado de ganado.

CASTILLOS, FORTALEZAS Y PUEBLOS QUE CUENTAN HISTORIA

Omán tiene un patrimonio tan desconocido como extraordinario, construcciones con siglos de antigüedad e historias de batallas que contar.  Entre muchas de las opciones, es imprescindible visitar el Fuerte de Bahla (patrimonio de la humanidad por la Unesco), construido en el tercer milenio A.C. el Castillo de Jabrin, una de las fortalezas más hermosas de Omán, construida en 1675 por el Imam Sultan bin Bil’Arab como segunda residencia, que se distingue por las inscripciones y frescos que adornan sus paredes y sus puertas bellamente talladas.

La experiencia de perderse por las calles de Birkat Al Maouz, uno de los pueblos en ruinas más famosos en Omán, caminar por las calles con casas de barro de Al Hamra, uno de los pueblos mejor conservados del país y el hogar del Museo viviente Bait Al Safah o conocer los sistemas de irrigación por gravedad (Falaj) construidos hace 500 años y que todavía se utilizan en lugares como Misfat Al Abreen, te hacen transportarte a un pasado mágico.

Vista del Fuerte de Bahla.

NATURALEZA IMPONENTE: CAÑONES, MONTAÑAS, WADIS Y PLAYAS

La naturaleza es uno de los secretos mejor guardados del Sultanato: sus montañas y el contraste de colores rojos del cañón Jebel Shams (Montaña Roja) a 3.000 metros, con el verde de Jebel Akhdar (Montaña Verde) donde los más aventureros podrán realizar múltiples actividades y explorarlos haciendo trekking y canyoning, se combinan con el agua de sus increíbles y múltiples wadis, como el Wadi Tiwi que forma un conjunto de hermosas piscinas naturales y cascadas de diferentes tonos verdes y azules protegidas por altas montañas o Wadi Bani Khalid en las montañas de Hajar, uno de los iconos naturales más impresionantes del Sultanato de Omán, un valle rodeado de montañas, palmerales y pequeñas aldeas.

Por supuesto, podemos terminar nuestro viaje en alguna de sus increíbles playas de color turquesa de norte a sur del país. Alojados en uno de sus maravillosos hoteles de Muscat, en la ciudad de Sur, tener la experiencia de ver las tortugas en Ras Al Jinz, la maravillosa playa de Salalah, al sur del país, donde ver a los camellos en la playa, o disfrutar de un crucero por los fiordos de Mussandam, al norte del país.

Jebel Shams.
Wadi Tiwi.
Camellos en la playa de Salalah.
Barcos en los fiordos de Mussandam.

DESIERTO WAHIBA SANDS

Una vista imprescindible: el desierto de Wahiba, donde se puede tener la oportunidad de descubrir las tradiciones beduinas interactuando con familias locales, aventurarse en las altas dunas, admirar una inolvidable puesta de sol y las estrellas en la noche, mientras disfruta de una noche en un campamento en el corazón de este desierto.

Esta vasta extensión de dunas de tonos anaranjados, ha sido el hogar de comunidades beduinas durante milenios. En el camino, se pueden descubrir localidades típicas, donde da la impresión de que el tiempo se ha detenido.

Dunas desierto de Wahiba.

EXPERIENCIA EXCLUSIVA EN EL DESIERTO

En el desierto de Wahiba Sands podemos encontrar varias opciones de alojamiento en campamentos adaptados a todos los gustos y presupuestos, pero ninguna se iguala a la experiencia de alojarse en el campamento Magic Camps, este oasis de lujo sostenible entre las dunas doradas deja un recuerdo imborrable y te hace olvidar el mundo real.

Campamento Magic Camps.

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